La Toma y asalto del reten de Los Queñes

 La Toma y asalto del reten de Los Queñes

Al anochecer los frentistas se dividieron en cuatro grupos, cada uno con misiones específicas. El primero debía tomar por asalto el retén de Carabineros y confiscar el armamento, el segundo debía apropiarse del radiotrasmisor que había en la posta. El tercero debía llegar hasta el radio de la hostería y cortar la única línea telefónica del poblado. En tanto el último grupo se quedaría en la ruta de acceso para impedir una posible llegada de refuerzos desde Curicó. La operación se desarrolló tal como los frentistas lo habían planificado, hasta que el cabo Juvenal Vargas intentó sacar su revólver siendo asesinado en el acto.1​

Luego de incendiar el retén, los atacantes procedieron a rayar los muros con consignas del FPMR, y emitieron proclamas revolucionarias por medio de un megáfono.

La huida se realizó según lo planificado. El contingente se dividió en tres grupos para dificultar los seguimientos de la policía. “Rodrigo” y “Tamara” encabezaron uno de los grupos con rumbo a La Rufina. Tras un par de días de descanso, el panorama comenzó a complicarse cuando los frentistas fueron detectados por carabineros que peinaban la zona, lo que provocó la huida del grupo hacia los sectores que bordean el río Tinguiririca.

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